jueves, 23 de octubre de 2008

Marta pelona? Noooo, gracias!!!!

Una de mis grandes pasiones es el maquillaje, de hecho soy maquillista como parte de mi trabajo y es de las cosas que más disfruto hacer. Para mí, es una cuestión muy artística y de mucha sensibilidad, como la pintura o cualquier otra expresión artística.
Y bueno, como les sucede a muchos artistas, es difícil conseguir pinceles que no estén hechos del pelo de algún pobre animal. La mayoría de las veces son de pelo de marta (me refiero a los de maquillaje) o algunas veces de pelo de poni. Ya perdí la cuenta de la infinidad de veces que he tenido que explicar a alguna colega maquillista o a algún vendedor que no me parece correcto que una pobre marta tenga que ser torturada y asesinada para que yo pueda difuminar mejor la sombra negra. No, no, no!! Tiene que haber otra opción!.
Y la hay, por suerte la hay. Por una parte usted puede decidirse por pinceles sintéticos. Ciertamente son más duros que los naturales, y es difícil conseguirlos de buena calidad. Sin embargo los pinceles biselados y los de labial son mejores de fibras sintéticas, puesto que no se pudren al ser humedecidos y por su dureza son más precisos, sin embargo cuando se requiere difuminar pues no, yo hasta ahora no conseguía uno que le pateara el trasero a los de “fibra natural” (qué expresión más perversa, no?, qué tiene de natural matar al pobre bicho para poner sus pelos en la punta de un palito por puro gusto? Pero bueno).
Afortunadamente en algún lugar, muy pero que muy escondidos y realizando muchos esfuerzos están las empresas conscientes y decentes, y con una de estas me encontré el otro día en el área de cosméticos de auto mercado Escazú (ajhá, ya sé lo que está pensando, a mí también me lleva que sólo tengan estas cosas en el de Escazú, pero es cuestión de pedirlos y pedirlos hasta que los traigan , no?). Se llaman ecotools, y desde el empaque hasta la hora de usarlo dan ganas de llorar de la felicidad. Vienen en un empaquito resellable, de plástico por un lado y de tela por el otro, y su mango está hecho de bambú, una planta altamente sostenible, pues tarda poco en llegar a un tamaño y situación en la que sea maderable. Las cerdas están fabricadas en taklon sintético, 100% libre de crueldad, nada de marticas muertas para ponerse sombra. Como profesional debo decir que las cerdas son perfectas, suaves, abundantes, recogen el pigmento perfectamente y permiten difuminar tan bien como cualquier pincel de cerdas de muerto.
Además la parte de metal que sostiene las cerdas está hecho de aluminio reciclable. El empaque tiene además consejos verdes para proteger el planeta, y bueno, para que ya en serio se eche uno al piso a llorar de la contentera la empresa dona un 1% de todas sus ventas a organizaciones ambientales.
Mejor, imposible! No sólo compré un gran producto, sino que además hasta que siento mejor conmigo misma por proteger el planeta, que generalmente no me preocupa demasiado.
Si usted se maquilla, o maquilla, tiene que tenerlos!!

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