lunes, 6 de octubre de 2008

La vida con Diva cup

A ver, yo amo mi diva cup. Creo que esa es una forma muy sincera de empezar esta entrada, porque verdaderamente hay un antes y un después en mi vida a partir de la copa menstrual.
La primera vez que tuve noticia de la copa menstrual fue porque escuché a un amigo mencionar que la novia de otro amigo, una europea, utilizaba algo semejante a un vasito plástico en vez de toallas o tampones. Cómo diablos él sabía esta clase de detalle, me dejó de piedra! Pero también me quedé intrigada de qué sería esto que utilizaba esta mujer.
Varios años después, en un foro vegetariano encontré una referencia a la mooncup, versión europea de la copa menstrual, y me decidí a tener una, así tuviera que mandarla a traer al fin del mundo, y así lo hice, aunque no tuve que ir tan lejos, bastó ordenarla en la página oficial de diva cup y recogerla luego.
Para los desentendidos en el tema, les cuento, pasiones aparte, que la copa menstrual es el mejor invento desde el chorizo de soya. Es, efectivamente, una especie de vasito o copa, solamente que no de plástico, sino de silicón quirúrgico. Viene siendo más o menos del tamaño de los vasitos de una onza que se usan como medida para hacer cocteles (vamos, yo sé que los conoce!), y en su extremo inferior tienen un palito corto del mismo material.
LA copa se coloca doblándola longitudinalmente y luego insertándola en la vagina en dirección al coxis, y soltándola para que ella se abra de nuevo a su tamaño y forma original (existen dos modelos, uno más grande que otro). Una vez dentro, ella se va llenando con la sangre menstrual sin dejar escapar nada de este fluido fuera del cuello del útero.
Esto resulta sumamente higiénico, puesto que la sangre, al no salir del cuerpo no se contamina, sino que se mantiene limpia dentro. Puede estar ahí todo el tiempo que se desee, pues, a diferencia de los tampones, no corre el riesgo de desarrollar SST (síndrome de shock tóxico). De la cantidad de sangre que se libere dependerá el tiempo que se tenga puesta antes de tener que vaciarla, en promedio unas 8 horas, o hasta 12 según sea el caso. Cuando sea necesario, simplemente se hala el palito que está en el extremo mientras se hace algo de fuerza con los músculos de la vagina para expulsarla y finalmente se toma de la parte de abajo y se retira. Por último se lava con agua caliente (una vez al día, las otras puede ser con agua fría).
Maravilloso no? A mí me parece simplemente mágico, no le veo defecto, excepto que al principio requiere un poco de práctica ponérsela, pero esto se soluciona fácil, puesto que el material permite ponerla y quitarla aun sin que haya menstruación, lo que permite practicar antes de que sea necesario utilizarla.
Para quienes se preocupan por el ambiente resulta un excelente aliado, pues la copa dura alrededor de 10 año, o sea, imagínese usted la cantidad de tampones o toallas que serían lanzadas a la basura durante este mismo tiempo!. Además, para quienes se preocupan por su salud también, porque aparte de olvidarse del riesgo de SST, no se expone el cuerpo a todas las porquerías que usan para blanquear el algodón de toallas y tampones.
O sea, ganancia por donde se le mire!. Claro (y esto lo agrego porque hay mujeres que me lo han dicho cuando menciono que la utilizo), usted debe ser una mujer cómoda con su vagina para poder usarla, porque va a tener que manipularla cada vez que tenga que insertar o sacar la copa, y si a usted esto le implica asco o cualquier otro sentimiento negativo entonces la copa no es para usted. No, no, la vagina no es para usted! No se la merece!.
Para terminar, hay que mencionar como ventaja adicional que es totalmente imperceptible, y además no queda nada por fuera, o sea, nada de salir a la playa en bikini con el hilo del tampón salido. Ah, y tiene marcadas las medidas de volumen, así que usted tendrá total conocimiento sobre la cantidad de sangre que está perdiendo.
Ni siquiera es cara, ronda los 20 mil colones aproximadamente, lo cual es un precio ridículo comparado con lo que se gasta en las otras opciones a lo largo del tiempo. Y claro, no requiere experimentación animal constate y permanente, como toallas y tampones.
Enamórese de la diva cup, este vasito de silicón le puede cambiar la perspectiva de la regla.

1 comentario:

Franklin dijo...

Me resulto interesante el texto y mas que llegue aqui por casualidad, digamos que andaba perdido.

Saludos, pasen a visitar
http://www.franklingc.blogspot.com/

Que esten bien chao