sábado, 24 de enero de 2009

Lo que no té con té

Despúes de una mañana de loquitos en el trabajo, madre decidió que nos merecíamos un almuercito para agarrar energías antes de seguir, así que empezó (sé que le ha pasado a usted) el viacrucis de decidir dónde podemos comer que haya opción vegeta, no sea ridículamente caro y no cierre a las 4. Finalmente recordé que ella, que es super cafetera y se sabe todos los cafés, me había mencionado té con té, y le sugerí que fuéramos a ver qué tal.

Fuimos al de curridabat, de entrada bonito, me hubiera gustado sentarme afuera, pero sufro de un friolentismo crónico que no me lo permite. Ya adentro me desconcertó un poco el olor a fritanga (no es un café?) y el hecho de que nadie viniera a ubicarnos en una mesa. Era más como que el mesero iba detrás de nosotras diciendo, esa no, esa no, ahí está cerrado… Si usted alguna vez ha jugado eso de frío, frío, tibio, caliente, se puede hacer una buena idea de cómo nos veíamos madre y yo buscando mesa.

Finalmente nos sentamos y nos trajeron un menú. Para mi felicidad descubrí que había dos que tres opciones vegetas, todo un hallazgo definitivamente. Eso sí, cuando pregunté por la hamburguesa vegeta: “no hay” y el mini sándwich vegeta? “no se prepara en mini, sólo regular”, y yo: pero supongo que lo podés preparar, “no, sólo lo que hay en el menú”. Seamos claros, si usted quiere tener clientes ser flexible es una buena política, no?.

En fin que de las dos que tres opciones vegetas solo podíamos pedir el sándwich vegeta regular, así que decidimos dividirlo entre las dos. Eso sí, en pan integral no porque “no hay”.

Cuando por fin llegó (llegué a pensar que el chef estaba sentado a la par de la mata de berenjenas esperando a que naciera una para mi sándwich) se veía bonito bonito, con una ensalada al lado y papitas tostadas.

Y bueno, como castigo por dejarme llevar por las apariencias resultó no ser lo que parecía. Los vegetales que tenía dentro estaban fríos, qué digo fríos, estaban he-la-dos. O sea, me van a decir que alguien cocina los vegetales y los enfría antes de ponerlos en mi pan? No lo creo!. Lo que creo es que los hicieron, si acaso, desde la mañana, y ni siquiera los entibiaron en el microondas antes de hacer el plato. Qué fatal, especialmente descortés para los que tenemos los dientes sensibles como yo y sentimos que nos electrocutan hasta el cerebro al morder esos vegetales congelados.

La ensalada bien, nada especial eso sí, la podría haber comprado en el ampm perfectamente.

Es una pena, porque de pronto parecía que prometía el lugar. Pero bueno, por lo menos yo, no me trago el cuento que té con té. Comida mala, atención peor.

No hay comentarios: